Mis Niños Lloran de Hambre: ¿Me Quedo en Casa?… Arribó Camión Repleto de Ataúdes: ¿Por el Coronavirus?… El SOL… Por: Federico Lagarda Ibarra.

Mis Niños Lloran de Hambre: ¿Me Quedo en Casa?

Arribó Camión Repleto de Ataúdes: ¿Por el Coronavirus?

El SOL… Por: Federico Lagarda Ibarra

Víctor Balderrama, “Juditas” Mendívil y Ramón Díaz

El Objetivo Regional.- De verdad que me “llegó” lo expresado por una lectora de este medio informativo, donde entre otras cosas, opinó que está de acuerdo con las “medidas preventivas” adoptadas por algunos alcaldes de la región: Víctor Balderrama (Álamos), “Juditas” Mendívil (Etchojoa) y Ramón Díaz Nieblas (Huatabampo), ante la “crisis del coronavirus”, sobre todo, con su sincero mensaje: “por favor quédense en casa”… Sin embargo, también manifestó su repudio contra la gobernadora Claudia Pavlovich y con el presidente AMLO, toda vez que éstos no han hecho lo necesario (o lo suficiente) para evitar que más “vacacionistas infectados”, en su mayoría pudientes (con lana), sigan llegando a contagiar a los más jodidos o a los que, desde un principio hicieron examen de conciencia sobre la “alerta sanitaria” y, por consiguiente, no viajaron a los lugares o países con el problema epidemiológico ya declarado…

“Hace aproximadamente 8 días, el negocio donde yo trabajaba cerró temporalmente sus puertas por órdenes del gobierno, como medida preventiva por el coronavirus, dejándome sin chamba y sin salario, alcanzándome la aviada (mi guardadito) para refugiarme todo este tiempo en casa (en cuarentena) con mi familia, pero ahora que el dinero ya se me acabó y mis niños lloran de hambre, ¿me quedo en casa?, ¿qué debo hacer?, ¿quién me dará empleo o me prestará ayuda?, aparte que tengo miedo de salir a la calle y contagiarme, y lo que es peor, regresar a mi casa y enfermar a mis pequeños; no entiendo como gente afortunada y sin ninguna necesidad anda, afuera de su domicilio, exponiéndose a contraer el virus”, reflexionó, con lágrimas en los ojos, la angustiada madre de familia…

Igualmente, otro caso que llamó poderosamente mi atención, fue cuando, por casualidad, me tocó observar (estacionado por el Periférico) un camión “doble remolque” repleto (hasta el tope) de ataúdes… Haciéndome pensar (en voz alta): “ojalá y no sea una dotación o suministro extraordinario por culpa del méndigo coronavirus, ojalá y el pinchi camioncito (con todo y sus féretros) siga pronto su camino, lejos, lo más lejos posible de Navojoa”…

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