Periodismo Abaratado, Peligroso y en Crisis… Todo por un Like y Generar Comentarios… ¿Somos Periodistas o “Huizacheros del Periodismo”?… Los Aduladores (Lords Molécula) Sepultan al Periodismo… El SOL… Por: Federico Lagarda Ibarra.

Periodismo Abaratado, Peligroso y en Crisis…

Todo por un Like y Generar Comentarios…

¿Somos Periodistas o “Huizacheros del Periodismo”?…

Los Aduladores (Lords Molécula) Sepultan al Periodismo…

El SOL… Por: Federico Lagarda Ibarra

El Objetivo Regional.- El condenable asesinato de dos periodistas en lo que va de este nuevo gobierno (sexenio), aparte de la indignación y repudio que generó, me hizo “reflexionar” y recordar nuevamente sobre lo peligroso que resulta, en muchas ocasiones, dedicarse a este noble pero abaratado “oficio” del periodismo, sobre todo: para los “profesionales de la pluma” y para los aguerridos “reporteros ciudadanos”, quienes, con sus coberturas periodísticas, tocan “fibras” sensibles así como intereses muy poderosos…
A propósito, recuerdo que en alguna ocasión publiqué en este mismo espacio algo relacionado con los “reporteros ciudadanos”, quienes en su búsqueda de la noticia ponen en riesgo hasta su propia vida y todo (solamente) por un like o “me gusta” y que, más o menos, a la letra dice: la verdad es que no sé si aplaudir, solidarizarme o compadecer a los reporteros ciudadanos o “testigos de la noticia” que arriesgan hasta su propia vida con tal de grabar (con su teléfono celular) cuanta situación peligrosa se les presente que involucre sangre y balaceras, igualmente cuando “toman nota” de otros eventos no menos riesgosos o comprometedores… Y, por lo general, todo por un like (me gusta) y para generar comentarios que los haga sentir bien o sobresalir entre sus amistades, ¿valentía o ingenuidad?, ¿acaso poseen la osadía que da la ignorancia?, pues será el sereno, pero estos “testigos de la noticia” con su arrojo (a veces hasta suicida) de que han ayudado en “algo” con su valiosa información recabada para seguir “manteniendo con vida” este trabajo de la reporteada, en serio que lo han hecho…
Nada que ver, ¿verdad?, con los reporteros “porristas” y aduladores (Lords Molécula), mismos que, con su actitud entreguista y lambiscona siguen contribuyendo a la extinción (o sepultura) de este desprestigiado oficio del periodismo, que “de por sí”: está plagado de riesgos y amenazas…
Asimismo, ante la preocupante crisis de credibilidad por la que está atravesando el periodismo en México y al hecho de que la inmensa mayoría de la población porta un teléfono celular (con cámara integrada) en mano, lo que puede “transformar” a cualquiera, aún sin laborar para algún medio informativo, en un (combativo) reportero ciudadano, por ello, creo que “vale la pena” desempolvar también la reflexión que publiqué (relacionada con este tema) hace ya varios años, en este mismo espacio y que a la letra dice: ¿Será correcto denominarnos periodistas, todos aquellos que colaboramos en algún medio de comunicación o simplemente somos unos vulgares “huizacheros del periodismo”?… El anterior “razonamiento”, obedece a los comentarios “mal intencionados” que este reportero recuerda haber escuchado, relativos a que malamente nos hacemos llamar periodistas, sin tener una licenciatura en la materia o cuando menos en “ciencias de la comunicación”, por lo tanto, sólo y legalmente debemos de ser considerados como unos “huizacheros” (del periodismo), es decir, que publicamos sin saber bien lo que hacemos y sin título que nos respalde, a los que nuestra constitución o carta magna no protege en ningún sentido…
Claro está que la anterior apreciación es definitivamente una equivocación demasiado torcida, obtusa y que además encierra una “visión tan corta”, que se queda uno anonadado con tal interpretación jurídica, hecha seguramente por algún abogado mediocre, donde se observa (por los comentarios desdeñosamente expresados) a un “pipiolo”, inculto y aberrante licenciado en derecho, al que por lo visto le pasó de noche la materia de derecho constitucional, porque la traducción de la Carta Magna es para gente y abogados que conocen precisamente el derecho, basado no solamente en la “letra” sino en la explicación que tiene cada palabra y frase, ya que no es posible que un neófito, por el sólo hecho de gozar de un título universitario, tal vez negociado, utilice el mismo en su paupérrima interpretación (si es que la hay) y use a la misma constitución para regodearse con un falso conocimiento filosófico, histórico y jurídico, es decir: no saben interpretar el contexto de la ley… Por otro lado, en la escuela de periodismo más importante del país, que por cierto lleva el nombre del gran periodista del siglo XX, Carlos Septién García, han impartido clases no solamente quienes poseen un título profesional en periodismo, sino los que son y practican auténticamente dicho oficio y que algunos “perversos” despectivamente califican como “huizacheros”… Ahí tenemos a grandes periodistas (de cualquier área de medios de comunicación), que nos han dejado un eterno y excelente legado, como a un José Pagés Llergo (Revista Siempre!), a Carlos Monsiváis y muchos otros que se formaron al calor de su vocación, al olor de las máquinas y de las tintas, así como un sinnúmero de grandes personajes del periodismo “empírico”, quienes merecen todo nuestro respeto, toda vez que han realizado una carrera competitiva respetable, tradicional, trascendente y sin embargo no son licenciados universitarios en periodismo, pero que hacen una vida profesional con bastante calidad, que incluso superan a muchos que se dicen o que son licenciados en la materia, pero que denotan muy poca claridad y eficacia en esta actividad informativa… En fin, ejemplos existen muchos, que nos llevan a “aplastar” ese pobre criterio, esa personal interpretación jurídica, ese “miopismo” exacerbado y el desconocimiento supino de los que nos llaman “huizacheros del periodismo”…
Como en otras ocasiones, por cuestiones de espacio, solamente nos alcanza para concluir: “el periodismo es una actividad y oficio, que se ejerce y proyecta, únicamente teniendo como bases mínimas el saber leer y escribir correctamente el idioma, contar con cierta ética, aunado (desde luego) a la capacidad de percepción y sensibilidad de la problemática social en que se vive (su entorno)… Cuando una persona tiene esa vocación y medios económicos para realizarse en una universidad, sólo reafirma más sus conceptos y nunca a la inversa”… Siendo por ello, aunque les duela y moleste a “algunos”: sí es correcto llamarle periodista al que profesa este oficio… Ah, y el vocablo “huizachero” (del periodismo), por su pobre contenido, lo pasamos por donde los políticos, legisladores y abogados se pasan (y untan) las leyes…
Federico Lagarda Ibarra…

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