“Envejecer con Dignidad”… Todo se Paga en esta Vengativa Vida… Ancianitos Ricos: Buscados y Apapachados por Parientes y Amigos… Abuelitos Pobres: Discriminados, Repudiados y Maltratados… Son Usados por Políticos Gandallas y Luego Desechados… No Humillarlos al Momento de Entregarles Ayuda… El SOL… Por: Federico Lagarda Ibarra.

“Envejecer con Dignidad”… Todo se Paga en esta Vengativa Vida…

Ancianitos Ricos: Buscados y Apapachados por Parientes y Amigos…

Abuelitos Pobres: Discriminados, Repudiados y Maltratados…

Son Usados por Políticos Gandallas y Luego Desechados…

No Humillarlos al Momento de Entregarles Ayuda…

El SOL… Por: Federico Lagarda Ibarra

El Objetivo Regional.- Nuevamente atrapan mi atención todas y todos aquellos que aún les queda algo de tiempo para recomponer o rediseñar su vida… No cabe duda que todos sin excepción: “somos la suma de nuestros actos”… Pero, ¿a qué viene lo anterior, inculto e insensible reportero?… Al hecho de que (todavía) continúo escuchando a varios adultos mayores (ancianitos) quejarse amargamente de su “miserable” vida, a saber: que siguen siendo discriminados y repudiados hasta por su propia familia, igualmente, que políticos sin escrúpulos continúan “usándolos” como si fueran preservativos que se arrojan a la basura una vez que fueron utilizados para saciar “retorcidos intereses”… En relación a este sensible tema, en algún tiempo reflexioné lo siguiente: Viejitos Maltratados: ¿Cada Quién Cosecha lo qué Siembra?… En verdad que se necesitan más apoyos públicos y privados a favor de nuestros ancianos, pero que sea una ayuda integral y de calidad, donde no se les humille “fotografiándolos” al momento de entregarles una silla de ruedas (chafa), pichurrientas despensas, chamarras o cobijas (piojosas) para el frío… Además, que esos “favores” contemplen (también) respaldo psicológico que los ayude a “envejecer con dignidad”, pues la mayoría de los abuelitos, en lugar de sacarle provecho a toda su experiencia acumulada a través de los años, mejor se transforman en unos verdaderos “monstruos egoístas”, que se hacen los enfermos (sin estarlo) con tal de “chantajear” y llamar la atención de sus hijos, perdiendo con ello su dignidad y lo que es peor, restándole méritos (sin necesidad) a toda su sabiduría atesorada… Al respecto existen opiniones encontradas, pues algunos piensan (incluyéndome) que a los adultos mayores hay que respetarlos y ayudarlos simplemente por “eso”: por su jerarquía generacional… Pero también los hay, quienes sostienen que los “veteranitos” maltratados, únicamente “están cosechando lo que sembraron”… Hipótesis que va más allá de un simple enunciado, pues argumentan: que el problema no se resuelve solamente con andar salvando a los viejitos que sufren violencia intrafamiliar, discriminación o que son abandonados, sino que también es necesaria una “concientización” real e informada entre los jóvenes y adultos, sobre esta delicada situación que tarde o temprano va a alcanzarnos a todos… Que se diga claramente (sin tapujos) que, si ahora nos portamos estúpida e incorrectamente con la sociedad y principalmente con nuestros hijos, con el tiempo “cosecharemos lo que sembremos”, ya que todo se paga en esta vengativa vida… Como es el caso de algunos ancianos que hoy están sufriendo, pero que, en su juventud fueron crueles, llevando una vida “depravada y libertina”, donde golpeaban a su cónyuge y a sus retoños, privándolos de comida y de la escuela, por estar siempre alcoholizados o con otra pareja… Entonces ¿Cómo es que ahora exigen que se les quiera y proteja, nomás por ser viejitos? ¿Lo merecen, a pesar de haber desgraciado la vida de su familia y de haber sido individuos nefastos e inservibles para la comunidad? ¿Por qué ahora lloran y se quejan del maltrato y abandono que reciben, si ellos hicieron lo mismo con sus vástagos, cuando éstos no podían defenderse?… Es por “eso” que muchos hijos, hoy en día se están vengando de sus padres abusivos: amarrándolos, dándoles pocos alimentos y medicinas, no dejándoles ver televisión, ni salir a platicar con sus vecinos, entre otras crueldades que se les ocurren… En este punto, es donde se debe de hacer más conciencia… Toda vez que, es una realidad documentada pero nunca aceptada por “muchos”.

Pero, de igual forma las cosas se tienen que observar desde todos los ángulos, toda vez que, para tener una buena cosecha en el “ocaso” de nuestra vida, aparte de mantener y de “sembrar” valores y principios en nuestros hijos, igualmente tenemos que trabajar duro, ahorrar e invertir bastante, pues si llegas “piojo” (sin dinero) a la vejez, lo más seguro es que te discriminen y que “casi” nadie te quiera o proteja… Puesto que no existe anciano “adinerado” o con  suficiente riqueza, que no sea simpático y buscado por sus parientes y amigos… Mientras que, a un viejecito pobre o muerto de hambre nadie lo “pela”, inclusive hasta sus familiares se les esconden, aparte que, los veteranitos “amolados” (insisto) son usados como preservativos por políticos abusivos y deshonestos (principalmente) en época de elecciones, para después volver a ser olvidados ¿Acaso se lo merecen?… Al final, todos obtenemos el castigo o recompensa, según lo que forjemos o sembremos en la vida… Nuestra reflexión o “consejo” final es el siguiente: si afortunadamente posees (juntaste) algún patrimonio o capitalito, negocia sin pensar con tu nieto o nieta más querida o con el que de “muestras” que le gusta más la lana (el más interesado), así y de común acuerdo, cuando no puedas valerte por ti mismo, con todo y asco te limpiará tus heces (caquita) a cambio de heredar, y muy bien ganada por cierto, tu casita o tu patrimonio… Ya que, de esta manera, aunque sea por interés o conveniencia, vivirás tus últimos días con “algo” de dignidad y decoro…

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