Acoso Sexual: Maestros con la Soga al Cuello… Ah, Tiempos Aquellos: Reprimenda o Nalgada en su Justo Momento… ¿Acaso ha Servido la Ley “Anti Chancla” o Despilfarrar Nuestros Impuestos en los “Ninis”?… Más que Educar se Debe Formar a los Chamacos… El SOL… Por: Federico Lagarda Ibarra.

Acoso Sexual: Maestros con la Soga al Cuello

Ah, Tiempos Aquellos: Reprimenda o Nalgada en su Justo Momento…

 ¿Acaso ha Servido la Ley “Anti Chancla” o Despilfarrar Nuestros Impuestos en los “Ninis”?…

 Más que Educar se Debe Formar a los Chamacos…

El SOL… Por: Federico Lagarda Ibarra

El Objetivo Regional.- Olvidándonos por un momento de las opiniones hipócritas de los políticos o de juicios convenencieros ¿Acaso realmente ha servido de algo dilapidar (derrochar) el dinero de los contribuyentes en los “ninis” para que (la inmensa mayoría de) estos “jóvenes construyendo el futuro” se lo gasten en alcohol o en otras “sustancias celestiales”, o qué los senadores y diputados aprobaran la ley “anti chancla”, que prohíbe los “castigos”, tanto físicos como humillantes, utilizados para disciplinar (cual método de crianza) a los niños y adolescentes del país: ridiculizaciones, menosprecios, pellizcos, chanclazos, nalgadas o cinturonazos?Al respecto, luego de “reflexionar” y documentarme sobre lo anterior, se viene a mi memoria lo que escribí en este mismo espacio (en alguna ocasión) y que a la letra dice:

“Más que Educar se Debe Formar a los Chamacos”De verdad, que jodidos estamos: niñas y niños precoces obsesionados por los “videojuegos” violentos, por su apariencia física y hasta por el sexoJovencitos sin rienda alguna, que a las diez u once de la noche apenas se andan alistando para irse de parranda hasta donde el cuerpo aguanteChamacos (en su mayoría) disfuncionales, a los cuales no se les puede corregir (ni llamar la atención) o tocar “ni con el pétalo de una rosa”, porque luego luego brinca en su auxilio la “sociedad hipócrita” en defensa de los derechos humanos de esos adolescentesAl grado que muchísimos padres de familia les tienen harto miedo a sus propios vástagosAh, tiempos aquellos, en que una buena nalgada o reprimenda (en su justo momento) lograban “encausar” a los muchachitos más rebeldes, vaya, hasta a los profesores de antes se les respetaba, toda vez que éstos sí corregían y enseñaban (sin miedo y con verdadera vocación de maestros), sembrando algo de “zozobra” entre los alumnos, puesto que sabían perfectamente que si por alguna razón su “mala conducta” era conocida o descubierta por el “profe” o por el director del plantel, de seguro serían castigados (mínimo con un jalón de orejas) o suspendidosRepito: ah, tiempos aquellos, que hasta las patrullas policíacas infundían miedo y obediencia, no como ahora donde los “chamacos” (tal vez bajo el influjo de sustancias paradisíacas) los retan gritándoles, con toda impunidad, lo que se les antoja o pega en ganaCongruente al hecho de que hoy en día (casi) no existen jefes policiales honestos que trasmitan respeto y pongan el ejemplo, pues los de ahora (por lo general) sólo sirven de adorno, para perseguir borrachos y como “edecanes” que únicamente buscan lucirse en los eventos de los alcaldes, pero que no cumplen con su trabajo para el cual fueron designados

 

Y ahora, con el ineludible (y apremiante) regreso a clases presenciales, aunque no se reconozca o se diga lo contrario, el pánico (o paranoia) vuelve a hacerse presente entre muchos maestros, quienes presienten los problemas (y la soga al cuello), en primer lugar, porque le “temen” a la ira y a las demandas de los padres de familia, y en segundo término, porque los mismos alumnos “consentidos” (hijos de papi) ya enojados les causen daño en sus propiedades, a saber: vehículos rayados y vidrios rotos en el mejor de los escenarios, puesto que puede salir alguno o alguna estudiante que no esté de acuerdo con sus calificaciones (o por simple diversión) y amenace al profesor con denunciarlo o quemarlo por “acoso sexual” (cuando menos en las redes sociales)…

Por cuestiones de espacio, se nos quedan en el tintero varias “reflexiones” sobre este polémico tema (que seguiremos desglosando en próximas ediciones), aunque sí nos alcanza para recapitular: “más que educar se debe formar a los chamacos”, ya que, sin una buena formación (en casa) la educación, con todo y títulos universitarios, se les resbala o sale sobrando, o ¿No?…

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