Alfonso Durazo: ¿Monigote o Candidato?
¿Héroes?: A Cualquier Taco le Llaman Cena
Mejor Morir Dignamente que Asesinado en el Hospital San José
El SOL… Por: Federico Lagarda Ibarra
El Objetivo Regional.- A cualquier taco le llaman cena, sobre todo, durante esta pandemia del coronavirus, donde se chafeó (choteó) el término “héroe”, al grado que este título (de oropel) se “distribuyó” hasta en los maizoros, magnificando y considerando como “héroes” a todos aquellos que, obligatoriamente o por necesidad, continuaron trabajando pese al riesgo de contagiarse con esta peligrosa enfermedad… Olvidándose que un héroe es la persona que realiza una acción que requiere valor, que llega al extremo de poner su vida en peligro pero desinteresadamente, sin esperar medallitas, reconocimientos o paga alguna… ¿Acaso es un héroe un sujeto que salva a otro pero en el cumplimiento de su trabajo y por el cual además recibe un pago o salario, como los soldados, policías, bomberos o los mismos empleados del sector salud, quienes cobran por realizar sus labores?, sin embargo, sí existen los verdaderos héroes anónimos, entre ellos muchos doctores y enfermeras altruistas, que a diario arriesgan el cuello por ayudar al prójimo (peleando por sus pacientes y curando gratuitamente a los necesitados) y que nunca se les ha reconocido su sacrificio… Caso contrario sucede con muchísimos galenos codiciosos, principalmente con los “especialistas” que no te atienden (dejándote morir) si no llevas suficiente dinero para pagarles por sus servicios…
Recordándome lo que en alguna ocasión documenté y escribí sobre la delincuencia de “bata blanca” que se practica (con más frecuencia) en algunos “hospitales privados”, así como de los inmorales médicos y sobre los “mercenarios de la medicina”… De igual forma, comentamos acerca de la existencia de “centros hospitalarios” altamente calificados, no obstante, también “reflexionamos” respecto a la “proliferación” (abundancia) de las denominadas: “clínicas patito” en el “ámbito privado”, las cuales de manera indecente y oprobiosa lastiman a los que por mala suerte caen en sus redes, que en la inmensa mayoría de los casos son “clasemedieros” o de la “perrada”, que no tuvieron la oportunidad de ser atendidos en el sector social o porque la familia (desesperada) ante la urgencia de alguna enfermedad los lleva a estos nosocomios, cayendo por necesidad en manos de la delincuencia de “bata blanca”… En fin, de cada cien médicos (en México), noventa no sirven “casi” para nada “salvo” para cobrar o matar a sus “pacientes” de manera impune, toda vez que cuentan con un título universitario (bajo el brazo) que los “faculta” para ejercer, no obstante que de medicina saben tanto o igual de lo que este reportero conoce de “espiritismo”… En el entendido que no estamos “juzgando” a los buenos galenos (sino más bien a los mercenarios, a los mediocres y a los que se les olvidó la ética)… Por último, si por desgracia (el que esto escribe) tuviera un accidente y dentro de mi gravedad pudiera “escoger”, ténganlo por seguro que decidiría “no ser atendido” en la Clínica Hospital San José de Navojoa, mejor preferiría que “me dejaran morir con dignidad” a que me asesinaran en ese cuestionado “nosocomio de la muerte”…
Por otro lado, de verdad que hay “dilemas” que se nos van presentando y sobre los cuales (forzosamente) tenemos que fijar alguna postura, es decir, escogiendo el resultado “menos malo” de todos los escenarios posibles, como es el caso del internet y su constante disyuntiva: ¿Qué es peor, los excesos que se cometen en la web o ciberespacio (bajo el amparo de la libertad de expresión) o la censura de los mismos?, llegando a la conclusión de que todos los excesos son dañinos, abusivos y condenables, pero más lamentable sería la propia censura de éstos… Igualmente, en Sonora, se nos está presentando otro coyuntural “dilema”: ante el rotundo fracaso de Alfonso Durazo Montaño, como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, y su pretensión de ser el candidato de Morena a la gubernatura del estado, a pesar de la creciente, histórica e incontrolable violencia generada durante su encargo como funcionario federal, tanto en el territorio sonorense como en el resto del país ¿Qué será mejor, que Alfonso Durazo renuncie (pero ya) como monigote o florero de seguridad nacional o qué de una vez se venga como candidato?, coincidiendo con algunas voces que se han pronunciado al respecto, como con esa que (irónicamente) dice: “@Alfonso Durazo no seas malo, ¡por favor ya vente!, preferimos tenerte mil veces de candidato opositor por Morena que de secretario de seguridad y protección ciudadana en México. Ya no soportamos esta situación, ya no podemos transitar con libertad ni seguridad en Sonora”…