Sigue Urgiendo Eliminar a los 232 Parásitos Plurinominales
“Huesos-Pluris”: Cobijo de Políticos Gandallas
Compra y Venta de “Huesos Plurinominales”
Ya No Corresponden a Nuestra Realidad
Por: Federico Lagarda Ibarra
El Objetivo Regional.- Será el sereno, pero la reforma electoral (constitucional) de Andrés Manuel López Obrador (la que fue rechazada el año pasado), aún y con trampas, también contemplaba la “desaparición” de los legisladores plurinominales, es decir, que tal iniciativa del presidente de la república proponía reducir de 500 a 300 los diputados federales y de 128 a 96 los senadores, lo que (hasta aquí) hubiera sido de bastante ganancia: eliminar (de entrada) a 232 parásitos, entre diputados y senadores plurinominales…
Por lo que, a decir verdad, nunca creí que estaría de acuerdo, aunque sea en parte, con AMLO y, en esa ocasión, con su polémica y riesgosa reforma electoral, específicamente en lo referente a la desaparición de los “huesos-pluris”… Recordándome lo que publiqué en este mismo espacio, hará cosa de siete años (El Objetivo Regional No. 310) y que a la letra dice:
Los “huesos” de representación proporcional o “plurinominales” ya no corresponden a nuestra realidad… Es decir: esos “huesos-pluris”, sólo sirven para darle vida y cobijo, en la mayoría de los casos, a políticos parásitos (y gandallas) que no representan a ninguna causa, salvo a sus propios intereses y a su partido que los premió con esa “designación”… Son pues las “pluris”, una medida o estrategia que en su momento sirvió para consolar y darle juego a los partidos de oposición, como lo visualizó “maquiavélicamente” en 1977 el ideólogo priísta, Jesús Reyes Heroles, pero que hoy no tienen razón de ser, toda vez que la “dictadura perfecta” en nuestro país cayó en el año 2000 y ahora cualquiera de los contendientes puede acceder al poder a través de nuestra nefasta “partidocracia” o por la vía independiente… En síntesis, ojalá y desaparezcan las “pluris” (pero todas y no solamente una parte) para que los aspirantes a convertirse en representantes populares, de veras trabajen en campañas proselitistas, donde se ganen el “hueso” pero con sudor (y compromiso con la gente) y no por el sólo hecho de ser parientes o “lambebotas” de los dirigentes de su partido o de cualquier otro sicario (de la democracia) que les venda ese “cargo”, ya que para nadie es un secreto que también con dinero se pueden “comprar” esas posiciones políticas…