¿Temor al “Asilo de Ancianos”?… Negocia con tus Nietos…
Ancianitos Ricos: Buscados y Apapachados por Parientes y Amigos…
Abuelitos Pobres: Discriminados Hasta por sus Familiares…
EL SOL… Por: Federico Lagarda Ibarra
El Objetivo Regional.- La nota publicada en este mismo “medio”, el pasado 3 de Octubre, donde el patronato del “asilo de ancianos” de Pueblo Viejo (Navojoa, Sonora) solicitó apoyo público (por las razones que hayan sido) para poder pagar a la CFE el (abultado) recibo de la luz de ese albergue, me hizo reflexionar sobre lo ya razonado en este mismo espacio (acerca del tema) y que, más o menos a la letra, dice: a pesar de ser una realidad documentada, por su crudeza (y porque hiere susceptibilidades) ésta no es aceptada del todo, es decir (y recapitulando): para tener una cosecha digna en el “ocaso” de nuestra vida, aparte de cumplir con la ineludible obligación de “mantener” y de tratar de “formar” (hasta donde seamos capaces) a nuestros hijos, igualmente tenemos que trabajar duro, y con miles de sacrificios: ahorrar e invertir en la medida de nuestras posibilidades, pues si llegas “piojo” (sin dinero) a la vejez, lo más seguro es que te discriminen y que “casi” nadie te quiera o proteja, salvo que hayas corrido con la suerte de engendrar vástagos bien nacidos o que te encuentres a gente empática o altruista (que a decir verdad, no es tanta como se quisiera)… Ahora bien: no existe anciano “adinerado” o con suficiente riqueza, que no sea simpático y buscado (apapachado) por sus parientes e infinidad de amigos… Mientras que, a un viejecito pobre o desaliñado “casi” nadie lo “pela”, inclusive hasta sus familiares se les esconden, aparte que, los veteranitos “amolados” (repito) son usados por políticos abusivos y sin escrúpulos (principalmente) en época de elecciones, para después volver a ser olvidados ¿Acaso se lo merecen?… Al final, todos obtenemos el castigo o recompensa, según lo que forjemos o sembremos en la vida… Nuestra reflexión o “consejo” final es el siguiente: si afortunadamente posees (juntaste) algún patrimonio o capitalito y no quieres que tu familia se pelee (como fieras) por tu herencia, o te causa temor y no deseas que te recluyan en un “asilo de ancianos”, entonces negocia sin pensar con tu nieto o nieta más querida o con el que de “muestras” que le gusta más la lana (el más interesado), así y de común acuerdo, cuando no puedas valerte por ti mismo, con todo y asco te limpiará tus heces (caquita) a cambio de heredar, y muy bien ganada por cierto, tu casita o tu patrimonio… Ya que, de esta manera, aunque sea por interés o conveniencia, vivirás tus últimos días con “algo” de dignidad y decoro…
Federico Lagarda Ibarra www.elobjetivoregional.com
