¡Que “Dios” Nos Agarre Confesados!
Por: José María Hinojosa Aguayo
El Objetivo Regional.- Por fin la hora de la verdad llegó este 16 de Septiembre a todos los municipios de Sonora, donde AMLO y su partido (MORENA), arrasaron en los comicios del pasado primero de Julio, al grado de poner a la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano contra la pared, no sólo por contar con un Congreso del Estado totalmente en contra sino que también tendrá a la mayoría de los principales municipios (Hermosillo, Nogales, Cd. Obregón, Guaymas, San Luis Río Colorado, Navojoa) sólo por mencionar algunos con alcaldesas y alcaldes morenistas, por lo que si a eso le agregamos de “postre” la pérdida de las siete diputaciones federales y las dos principales senadurías que son las responsables de jalar recursos de la federación: que “Dios” nos agarre confesados si la gobernadora Pavlovich no se pone las pilas y se digna a bajarse de su pedestal y reconocer que los tiempos de la yoyomanía están pasando a la historia, o lo que es lo mismo, obligar a su equipo de colaboradores a rendir cuentas en cada una de sus dependencias y no tenga que pagar pecados ajenos como fue el caso de Guillermo Padrés, que si bien no está exento de culpa, fueron más las de cal que las de arena.
Y aquí aprovecho este importante medio informativo para, como dice el amigo, Federico Lagarda Ibarra, dar un consejo gratis a la futura administración municipal de Navojoa, encabezada por la alcaldesa Rosario Quintero Borbón y que serviría para sentar un precedente a nivel nacional, el cual consistiría en que, a las principales secretarías municipales (seguridad pública, obras públicas, servicios públicos, etcétera) se les permita a los responsables de estas secretarías a manejar los recursos que se les autorizan en el presupuesto de egresos, con excepción de la nómina que sería facultad únicamente del tesorero y de las licitaciones cuando se trate de grandes obras o adquisiciones mayores (compra de infraestructura, patrullas, recolectores, equipo pesado, etcétera) lo cual permitiría con el control y supervisión de la contraloría municipal auditar cada mes al titular de cada secretaría y su director administrativo, los cuales mancomunadamente serían los responsables del manejo de los recursos otorgados, y si así no lo hicieran, nadie por encima de la Ley como pregona el “señor Andrés Manuel López Obrador”, misma que serviría para terminar con la yoyomanía de algunas dependencias, principal fuente de corrupción y desvío de recursos de la mayoría de las administraciones públicas municipales y estatales, y de paso por qué no, obligaría a la autoridad mayor en turno a tener más cuidado a la hora de seleccionar al servidor público más capacitado y preparado según sea el puesto a ocupar, y no poner a advenedizos en funciones que no les corresponden sólo por nepotismo y compadrazgo que a final de cuentas terminan aguadeándole la fiesta.