Todo por un Like y Generar Comentarios… Testigos: ¿Metiches o Ciudadanos Ejemplares?… Dilema: ¿Auxiliar o Ignorar a un Supuesto Accidentado en la Madrugada?… Testigos Falsos: Embusteros que Impunemente Desgracian Vidas Inocentes… El SOL… Por: Federico Lagarda Ibarra.

Todo por un Like y Generar Comentarios…

Testigos: ¿Metiches o Ciudadanos Ejemplares?…

Dilema: ¿Auxiliar o Ignorar a un Supuesto Accidentado en la Madrugada?…

Testigos Falsos: Embusteros que Impunemente Desgracian Vidas Inocentes…

El SOL… Por: Federico Lagarda Ibarra.

El Objetivo Regional.- La verdad es que no sé si aplaudir, solidarizarme o compadecer a los reporteros ciudadanos o “testigos de la noticia” que arriesgan hasta su propia vida con tal de grabar (con su teléfono celular) cuanta situación peligrosa se les presente que involucre sangre y balaceras, igualmente cuando “toman nota” de otros eventos no menos riesgosos o comprometedoresY, por lo general, todo por un like (me gusta) y para generar comentarios que los haga sentir bien o sobresalir entre sus amistades, ¿valentía o ingenuidad?, ¿acaso poseen la osadía que da la ignorancia?, pues será el sereno, pero estos “testigos de la noticia” con su arrojo (a veces hasta suicida) de que han contribuido en “algo” con su información (recabada) en serio que lo han hecho

A propósito, el término testigo, me recuerda lo que escribí en esta misma trinchera (a principios de año) y que a la letra dice: conocí el caso de una señora que fue testigo presencial de un asalto (a mano armada), donde reconoció plenamente a uno de los delincuentesEl verdadero “calvario” para la respetable dama, lejos de terminar con la rápida captura de los asaltantes, apenas comenzó cuando la valerosa mujer rindió su testimonio: primero a la policía, luego al fiscal investigador y una vez judicializado el asunto, ante el juez de lo penal“Vueltas para acá y vueltas para allá, pérdida de tiempo, dinero y salud, y lo más peligroso: pérdida de mi tranquilidad por estar amenazada de muerte junto con mi familia, y todo por metiche”, me aseguró la arrepentida testigo, agregando, “ya ves lo que me pasó por delatar y testificar contra un delincuente, por querer cumplir con un deber cívico, para la otra mejor me quedo callada y dejo que el mundo ruede, ya no volveré a andar de chismosa o acomedida”

Recordándome lo publicado en este mismo espacio, hará cosa de 5 años y que todavía sigue vigente: en verdad que me puso en un dilema (dizque moral) el ponzoñoso “consejo” que me fue solicitado por un lector de este medio informativo, en el sentido de “qué hacer cuando en el camino y de madrugada te encuentras con una persona herida (supuestamente atropellada) y ensangrentada”Primero que todo, habría que prestar ayuda a ese semejante en desgracia, pero, ¿y si se te muere en tus brazos?, qué broncón verdad, pues las vueltas al Ministerio Público (y pago de abogados) nadie te las va a quitar por buena gente y acomedidoY quizá hasta sospechoso resultes y a lo último tengas que cargar con el infortunado fallecidoAsimismo, y a lo mejor también pueda tratarse de una trampa bien elaborada y premeditada, donde el supuesto herido o accidentado nomás esté fingiendo para que en el momento que le brindes auxilio salgan de la oscuridad sus cómplices para asaltarte, golpearte o hasta probablemente asesinarte, y repito, todo por querer ser un ciudadano ejemplar y humanitarioAcordándome también de “algo” (relacionado) que manejé en esta misma columna, hace algún tiempo: intentando (nuevamente) “dar respuesta” a varios correos electrónicos que amablemente nos siguen haciendo llegar hasta nuestra redacción, comentaremos (otra vez) aunque sea superficialmente, que un testigo (en la mayoría de los casos) es solamente un “metiche”, es pues, una persona “chismosa” que se mete en broncas (problemas) de “a gratis” y que pone en peligro ingenuamente tanto a su familia como su propia integridad físicaAunque los más peligrosos (de todos) son los “testigos falsos”, quienes por “unos pesos”, conveniencia, amistad o simplemente por quedar bien, no se tientan el corazón para desgraciar impunemente la vida de otras personas (terceros inocentes) al rendir falso testimonio ante cualquier autoridad en funciones (que se les ponga enfrente), al fin y al cabo que (casi) nunca serán sancionados por sus viles y abusivas mentiras, toda vez que el delito de “falsedad de declaraciones” es casi letra muerta en los códigos penales, debiéndose quizá (esa falta de temor) a la baja penalidad con la que se castiga a estos embusteros, o tal vez sea por la “falta de voluntad” (corrupción) e indolencia para sancionarlos de parte del órgano acusador (fiscalía) y de muchísimos jueces “impartidores de justicia”Posteriormente, abundaremos (más) sobre este polémico y delicado tema de los testigos (tipos y concepto jurídico)…

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